Ellie Ross vive por y para el baloncesto. ¿Su objetivo? Ser la primera chica en el equipo de su ciudad. ¿Su mayor obstáculo? Víctor, con quien no terminó nada bien. Jay Ross vive por y para su familia. ¿Su objetivo? Encontrar cuál es su propósito de una vez por todas. ¿Su mayor obstáculo? El nuevo cuidador de su abuela: el despreocupado y odiosamente perfecto Nolan.
Del amor al odio hay solo un paso, pero del odio al amor hay un camino muy largo. Y, como cada año, las luces de febrero aguardan al final del camino. ¿Has pensado ya en tu deseo? La suerte está echada.
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