Imagina que estás en el campo, no hay luz, es de noche y brillan las estrellas en el firmamento. Si conectas los puntos de luz, podrás ver formas, animales, objetos, personas. Pues esto fue lo que hizo el ser humano hace miles de años cuando empezó a preguntarse por el universo: dio nombre a los grupos de estrellas para crear constelaciones y les asignó historias que contribuyeron a la forma en que entendían el mundo.
Entre las formas que los antiguos vieron en el cielo aparecieron animales de todo tipo: leones, peces dorados, tucanes, perros, moscas, animales fantásticos como unicornios y el ave fénix. Este libro habla de esos animales y cuenta sus orígenes mientras nos enseña de mitología antigua, astronomía moderna y hace que vuele nuestra imaginación.
Con hermosas ilustraciones, un lenguaje cercano al público infantil y una miniguía para observar las constelaciones, este libro recorre el firmamento de forma divertida y picando la curiosidad de las lectoras y los lectores para que sigan su viaje de aprendizaje sobre astronomía, mitología y las formas de estudiar el cielo.
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