Carlos Sierra tiene 43 años, lo padece desde que era niño, pero solo hasta hace seis años se lo diagnosticaron de manera oficial. En este libro cuenta lo que padeció durante mucho tiempo y la manera como afectó su vida personal, familiar y laboral.
Su historia de obsesiones y compulsiones tiene momentos risibles, que enmascaran la tragedia que vivía. En este testimonio, desgarrador y divertido a partes iguales, cuenta lo que ha vivido. Cosas como
un viaje a Disney a los 12 años en el que vivía arrodillándose, simulando
amarrarse los zapatos, porque sentía culpa por no amar a Mickey Mouse; las
bendiciones que tenía que darse de manera compulsiva si pensaba en una
mujer de manera sexual o las oraciones que hacía, de la misma forma, para
que sus novias no lo dejaran.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.